La vuelta al cole es ilusión, sobre todo por volver a encontrarse con los amigos, huele a septiembre, a inicio, a retomar. Pero ésta es también la vuelta al cole de las incertidumbres, los miedos y las dudas, además con el añadido de nuestra preocupación y enfado por las insuficientes medidas, la falta de protocolos claros y la respuesta tardía de las administraciones de cara al inicio del curso.
Tenemos
por delante unos poquitos días para intentar hacerlo de la mejor manera.
Una buena base de normalidad, realismo, tiempo presente y muchas
dosis de sinceridad
- Asume que este periodo de adaptación va a ser bastante más largo de
lo normal. Llevan seis meses sin tener contacto con el colegio, y para algunos niños
va a ser muy difícil separarse de su familia y sus vínculos y abandonar lo que
era su día a día sin las obligaciones que supone un curso. Puede durar desde
unos días hasta algunos meses, algo que ya nos debiera preocupar.
- Comienza a adaptar las rutinas de horarios y sueño.
- Repasa unas pocas veces las medidas de higiene que desde el cole
te han dado, pero sin resultar demasiado insistente, y siempre con mucha
tranquilidad.
- No les traslades tus inquietudes a pesar de tenerlas. Recuerda que
no va a hacer que vayan al cole más seguros.
- Céntrate en las cosas positivas de la vuelta y enfatiza un poco la
necesidad de ver a los amigos.
- Explícales que el no relacionarse no es beneficioso y que en unos
días se sentirán mejor.
- Ten mucha paciencia con sus miedos e incertidumbres y responde a
todo aquello que te pregunten con calma y sinceridad. Si no conoces la
respuesta, no pasa nada.
- No te hagas preguntas a medio y largo plazo e intenta centrarte en
cada día nuevo. Cuestionarte constantemente un futuro que no conocemos fomenta
que aparezcan ansiedad, preocupación y un largo etcétera de problemas
psicológicos.
- Ve organizando con ellos mediante acuerdos el tiempo que van a
dedicar a las pantallas, ya que estos meses su uso ha sido desmesurado en la
mayoría de las familias.
- Trasládales que siempre vas a estar al otro lado y que en
cualquier momento su tutor te llamará si lo considera necesario.
- Insiste en que están en buenas manos y que sus maestros intentarán
resolver los problemas.
- No olvides que no puedes exigirles demasiado teniendo en cuenta el
nivel con el que empiezan. Los contenidos se cumplirán si todo va bien, pero
ahora no es la prioridad.
- Cuando lleguen a casa no les sometas a un interrogatorio, con un
“cómo ha ido” es suficiente. Los niños a lo largo del día te contarán cosas
dándoles espacio y tiempo.
- No actúes como en un curso normal de cara a los deberes. Ten
paciencia y ve poco a poco.
Queridas familias, soy consciente de todas las incertidumbres, preocupaciones y miedos que os genera este inicio del curso, pero ya que hay que volver, intentemos ser valientes y encarar lo que tenemos por delante con la mayor de las enterezas.
Mucha suerte y mucho ánimo.
“La verdadera medida de la justicia de un sistema es la cantidad de protección que garantiza a los más débiles” Aung San Suu.
Amor García Mula – Psicóloga Infantil y Juvenil