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Llega el mes de julio y, antes o después, las ansiadas vacaciones de verano. Llevamos un año esperándolas y tenemos muchas ganas de disfrutar de la playa, la montaña, las terracitas y el sol, pero… ¿estamos tomando las medidas adecuadas para no aguarnos la fiesta?

Vamos a enumerar una serie de consejos de sentido común que pueden ahorrarnos un mal rato e incluso una visita a Urgencias:

– Utiliza protección solar todos los días, vayas donde vayas y hagas lo que hagas. En nuestro país la radiación ultravioleta es muy alta, permaneciendo siempre en verano con un riego entre alto y muy alto, por lo que debemos utilizar protección solar siempre, aunque vayamos solamente a dar un paseo o a comprar el pan a una tienda cercana. Por supuesto, se trata de un paso absolutamente imprescindible si vamos a la playa.

– ¡Las gafas de sol son para todos! El sol no solo puede dañar nuestra piel, también afecta a los ojos y puede llegar a dañar nuestra visión, por lo que siempre debemos utilizar gafas de sol que nos protejan de los rayos ultravioletas. Existe la falsa creencia de que las gafas de sol son solo para adultos, pero se trata de un filtro importantísimo también para los niños. De hecho, ellos pasan habitualmente más tiempo al aire libre que los adultos, por lo que debemos proteger sus ojos en las horas de luminosidad más elevada.

– Chanclas en la piscina y en la ducha. En las piscinas y en las duchas  comunitarias debemos utilizar siempre chancletas de goma o algún tipo de calzado apropiado, ya que estas superficies suelen estar siempre húmedas y son el caldo de cultivo perfecto para los temidos hongos. Si no quieres que los picores y el dolor arruinen tu verano o el de los niños, ¡protege tus pies!

– Hidrátate bien. No vale cualquier bebida, bebe agua y haz hincapié en que los niños y los mayores también beban agua. Los refrescos y los helados pueden quitarnos la sed, pero no nos proporcionan la hidratación que nuestro cuerpo necesita.

– Protege tu cabeza del sol. Si vas a la playa, realizas ejercicio al aire libre o caminas durante mucho tiempo al sol, hazlo con un sombrero o una gorra para proteger tu cabeza del sol. El exceso de calor en esta zona puede provocar dolores de cabeza y mareos, además de quemaduras en la cara, cuya piel ya sabemos que es mucho más sensible que la del resto del cuerpo.

– Realiza deporte a primera o a última hora. Mantenerse en forma siempre es bueno, pero con sentido común. La primera hora de la mañana es la más adecuada para hacer ejercicio, ya que en estas fechas el calor suele alargarse incluso hasta la noche. Si no quieres madrugar en tus vacaciones, opta por los deportes acuáticos o por un gimnasio para evitar los efectos de las altas temperaturas.

En definitiva, utiliza el sentido común y extrema las precauciones con los más pequeños y con los mayores. Ellos son mucho más sensibles a los cambios de temperatura y a la falta de hidratación. Ten siempre una botella de agua cerca, utiliza sombreros y gafas de sol y ¡disfruta del verano!

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