Las ecografías 5D son el último avance en tecnología de diagnóstico. Basadas en un tipo de ultrasonido que permite captar imágenes tridimensionales en tiempo real del bebé, se diferencian de las ecografías 4D en que las imágenes son más nítidas y con una mayor resolución, lo que permite ver con un tono mucho más realista el aspecto de la cara y el cuerpo del bebé.
La principal diferencia entre las ecografías 4D y 5D es el tratamiento de la imagen. La ecografía 4D aporta imágenes del bebé en movimiento, en tiempo real y en color, además de ver el rostro del feto con claridad. En esta línea, la ecografía 5D va más allá con el tratamiento de imagen volumétrico que ofrece más calidad, textura, realismo y nitidez, hasta el punto de que incluso se puede apreciar el tono de piel del bebé.
La ecografía 5D puede hacerse a partir de la semana 12 del embarazo y hacer un seguimiento hasta la semana 39. Sin embargo, es recomendable hacerla entre las semanas 24 y 32, ya que se debe tener en cuenta que las imágenes dependerán de lo avanzado que esté el embarazo. Entre las semanas 12 y 20 se puede ver el cuerpo del bebé pero no sus facciones; entre las semanas 24 y 32 se pueden observar los rasgos bien definidos del bebé, incluso si hace muecas, se chupa el dedo o saca la lengua. Sin embargo, a partir de la semana 32 se observa la posición del bebé, pero una menor proporción del líquido amniótico puede dificultar ver de manera nítida su cara y gestos.
Además del tiempo de gestación, es primordial la colocación del feto para poder verle el rostro al bebé. Por estas razones, es importante que sea el ginecólogo quien aconseje sobre cuándo es el mejor momento para hacer esta prueba. En el Policlínico Virgen del Alcázar Avenida contamos con un ecógrafo 5D de última generación con el que nuestros ginecólogos pueden ofrecer la mejor calidad y diagnóstico a las futuras mamás.
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